domingo, 21 de agosto de 2011

La estabilidad, amenazada

Los conflictos desnudan la otra cara del modelo chileno

Pese al auge económico, crecen la tensión social y las críticas a Piñera
Por Carlos Vergara  | LA NACION
 
 
 
SANTIAGO, Chile.- La flamante pintura del modelo neoliberal chileno terminó por caerse, literalmente hablando, al primer remezón. El sismo de febrero de 2010 mostró al mundo -por medio de los mismos periodistas que habían cubierto dos meses antes las elecciones ganadas por Sebastián Piñera y destacado su solidez institucional y política- el país que no aparece en los folletos turísticos ni en la ampulosa campaña oficial de posicionamiento internacional, titulada "This is Chile".
Las imágenes ofrecían saqueos, pillaje y gente viviendo en las condiciones más indignas. ¿De qué milagro económico estábamos hablando? Dos años después, esa parte de la historia es aún más triste: la falta de representatividad es manifiesta y diversos actores sociales han comenzado a levantarse en demanda de lo que, estiman, les pertenece.
El movimiento estudiantil, liderado por la carismática Camila Vallejo, sumó a sus protestas nuevos grupos marginados y amenaza con contagiar las entrañas de la estabilidad chilena: cacerolazos y marchas llenan, a paso acelerado, la olla a presión del modelo. Una nueva señal será la adhesión que consiga el paro nacional de trabajadores, convocado para el miércoles y jueves próximos.
Con todo, en el papel, las perspectivas económicas de Chile son inmejorables. El Banco Central informó que la actividad del primer semestre creció un 8,4%, la más alta desde 1995. Todos los expertos anticipan un crecimiento del PBI del 6,8% e, incluso, se pronostica que los chilenos superen los 16.000 dólares per cápita antes de fin de año y puedan alcanzar el objetivo de los 22.000 antes de 2018, la meta del gobierno.
Su estabilidad política es ejemplar: el caso único de un país que pasó de una larga dictadura a un régimen democrático de centroizquierda a través de las urnas y que, 20 años más tarde, entregó el poder a la centroderecha por intermedio de elecciones más que ejemplares.
Para los inversionistas extranjeros, el escaso riesgo político, la marcada solidez institucional y su incuestionable estabilidad conforman un oasis para los negocios en la región. No sólo eso. Su espartana disciplina fiscal -heredada de los tiempos de Augusto Pinochet y respetada por todos los ministros de Hacienda de la Concertación- le ha hecho resistir de pie los veleidosos ciclos económicos mundiales.
Su última medalla también habla de un país modelo: es el miembro número 31 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y, para muchos, el alumno más aventajado de América latina, según el convenio firmado en enero de 2010 por la ex presidenta Michelle Bachelet. Era, hasta ese momento, el triunfo definitivo de la que quizá fue la revolución neoliberal más extrema del planeta, iniciada durante los años 70 y 80, en plena Guerra Fría.

Con nombre y apellido

Nurian Ancao es una damnificada por el tsunami que siguió al violento sismo del 27 de febrero de 2010. Vive en El Molino, Dichato, un pequeño pueblito costero arrasado por el mar. El lugar donde reside, al igual que los del resto de los damnificados por el desastre, ahora se llama aldea.
A fines de julio, y luego de sucesivas movilizaciones, consiguieron un acuerdo con el gobierno para optar a subsidios habitacionales que les permitan escapar del frío, la lluvia, las goteras y la humillación vividas durante los últimos dos inviernos. El Molino, sin embargo, es sólo una de las 77 aldeas que existen en la región del Bío Bío.
Jonathan Herrera estudia Pedagogía en una universidad de Valparaíso y acaba de cumplir 20 años. Paga cerca de 300 dólares mensuales por su carrera, ejercicio que deberá seguir haciendo durante toda la década para, finalmente, terminar cancelando más del doble por la carrera que escogió y que, paradójicamente, es una de las más cuestionadas y directas responsables del nivel de la educación en Chile. Protesta con visible fuerza y, hace más o menos un mes, se desnudó en plena calle para manifestar su descontento.
Natividad Llanquileo es mapuche y oficia de vocera de los suyos. Ya nada le sorprende. Esta semana, un grupo de carabineros irrumpió en la comunidad mapuche Wente Winkul Mapu, en las cercanías de Ercilla, en La Araucanía.
Según los mapuches, sus niños también fueron golpeados durante una supuesta búsqueda de armamento por parte de las autoridades. La comunidad había comenzado hacía un mes una lucha de reivindicación por tierras. "Lo que está pasando en Chile es más de lo mismo. No sólo con este gobierno, sino también con los anteriores. Siempre trataron a los mapuches como delincuentes comunes y, ahora, como terroristas", dice Natividad.
¿Hablamos del mismo Chile? Según sociólogos consultados por La Nacion, el nuevo levantamiento estudiantil se trata de la irrupción de una generación que no tiene grandes traumas con la dictadura y tampoco deudas con la Concertación. No están inscriptos en los registros electorales, pero cuentan con un fuego interno capaz de desafiar al sistema y de generar simpatías en todo el abanico social.
Otros hablan, someramente, de un silencioso zumbido que ha ido creciendo exponencialmente y que amenaza con botar el sistema.
"La institucionalidad, no sólo de las federaciones de estudiantes, sino del país, se ha visto amenazada por grupos antisistémicos o abiertamente anarquistas, que años atrás renegaban de presentarse a elecciones y darles institucionalidad federativa a sus universidades, pero que vieron en esta última la herramienta perfecta para desestabilizar al sistema político", dice el presidente de la Federación de Estudiantes de Talca, Javier Fano.
El sistema político binominal, amarrado en los estertores del gobierno militar, también parece haberse agotado, sin que el oficialismo o la oposición acusen recibo. La Iglesia, antiguo bastión moral del país, y hasta el año pasado mediadora en agudas crisis sociales, como la huelga de hambre mapuche, hoy está gravemente cuestionada. Los cimientos del milagro económico, con tasas de interés de hasta el 60%, terminaron por demonizar a las empresas de retail y el comercio convencional.
Así, el estallido social era sólo cuestión de tiempo.

Metas

¿Habrá escape? Las metas impuestas por Piñera son exigentes: para 2014 no puede haber ningún chileno viviendo bajo la línea de la pobreza extrema o, "para que se entienda, con menos de mil pesos chilenos diarios" (poco más de dos dólares), explicó el ministro de Planificación, Joaquín Lavín. Hoy existen 650.000 personas en esa condición.
El gobierno también promueve una baja en la tasa máxima convencional de los créditos y una defensa más justa de los consumidores.
Respecto de la crisis de la educación, el experto independiente en la materia Mario Waissbluth es pesimista. "No se puede asegurar constitucionalmente la calidad de la educación sin los recursos necesarios", dice, mientras muestra cifras que detallan que el gasto per cápita chileno en educación primaria es sólo un tercio del de los países de la OCDE. Y el de la secundaria y universitaria, un cuarto.
"También tenemos la segregación social más elevada de América latina y la segunda a nivel mundial", agrega Waissbluth.
En su documento "Mejores políticas para el desarrollo: perspectivas OCDE sobre Chile" de 2011, la organización internacional es sumamente crítica con su flamante asociado.
"La desigualdad del ingreso en Chile, medida con el coeficiente de Gini, es mayor que en cualquier otro país de la OCDE, y la pobreza parece haber aumentado de nuevo durante la reciente recesión (.) El gobierno también necesitará centrarse en reformas estructurales para estimular el crecimiento de la productividad, que ha sido decepcionante en los años recientes. Habrá asimismo que mejorar las políticas para reducir la pobreza y la desigualdad del ingreso", establece.
EL CRECIMIENTO NO ALCANZA A TODOS LOS CHILENOS
A pesar de los buenos indicadores económicos, el país presenta una marcada desigualdad en la distribución de los ingresos.
8,4%
Creció la economía en el primer trimestre
Esta tasa de crecimiento es la más alta desde 1995, según un informe del Banco Central publicado la semana pasada.
6,8%
Creció el PBI
El producto bruto interno (PBI) creció a una tasa interanual del 6,8% en el segundo trimestre, su mayor avance para este período en seis años.
15,1%
Es el índice de pobreza
Según la última encuesta del Casen, la pobreza subió del 13,7%, en 2006, al 15,1% en 2009. Hay 2.564.000 pobres.
54,5%
Del ingreso, en manos de los más ricos
La desigualdad es el gran problema del país. El 20% de la población más rica concentra el 54,5% de la riqueza.
1%
Creció el ingreso de los más pobres
Los ingresos de los más pobres subieron un 1% entre 2006 y 2009, mientras que los de los más ricos crecieron un 9%.

País desigual de la región
Chile es el quinto país desigual de la región, luego de Ecuador, Brasil, Bolivia y Haití, según un informe de la ONU.
2000
Dólares per cápita en educación primaria
En Chile, el gasto per cápita de la educación primaria es sólo un tercio del de los países de la OCDE..

"Queremos cambiar el modelo educativo"

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