domingo, 27 de noviembre de 2011

PARA FORMARSE UNA OPINION

EL PROBLEMA DE LA TELETÓN NO ES LA OBRA MISMA.

NO SON LOS NIÑOS ENFERMOS.

NO SON LAS FAMILIAS DE ELLOS.

TAMPOCO SON LOS TRABAJADORES DE LA FUNDACIÓN.

Y MENOS NOSOTROS.

Las personas con discapacidad y en espeial los niños, son sujetos de derecho, sin embargo en nuestro país falta mucho aun por educar y promover al respecto. La Fundación Nacional de Discapacitados, está educando y concientizando sobre esto.

Por: Alejandro Hernández

Los ciudadanos chilenos ya estamos pagando nuestros impuestos, por lo cual no corresponde que se pida dinero públicamente para que “un niño pueda caminar”, por muy entretenida que sea la jornada cabaretesca, esta por si sola es un acto de profunda discriminación y segregación.

En el mundo, el tema de la discapacidad evoluciona y se trabaja desde la disciplina del derecho jurídico colectivo. Mientras tanto en Chile, se siguen pasando a llevar los derechos humanos de los niños, jóvenes y adultos con discapacidad. La Salud es es un derecho, no un negocio.

El Primer Estudio Nacional de la Discapacidad realizado por el Instituto Nacional de Estadísticas – INE el año 2004, reveló que en Chile solo el 3% de los niños discapacitados ha recibido atención integral de salud alguna vez en su vida. Muchos discapacitados se preguntan si es necesario tener más pruebas para comprobar que la campaña teletón no es de todos.

El 97% de las mujeres, niños y hombres discapacitados nunca ha tenido acceso a un adecuado proceso de rehabilitación integral. Detrás de estas cifras surge una enorme pregunta: ¿A quienes subvenciona realmente esta campaña?. La respuesta tal vez esté en los 364 días de exclusión y pobreza que viven los discapacitados en nuestro país.

La ley 19.284 para la “Plena Integración Social de las Personas con Discapacidad” aprobada en Chile el año 1990, señala expresamente en su artículo segundo, que LA PREVENCIÓN DE LAS DISCAPACIDADES y LA REHABILITACIÓN ES UN DEBER DEL ESTADO CHILENO Y UN DERECHO INHERENTE DE LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD. La rehabilitación es un puente para el ejercicio de muchos otros derechos, de ahí la importancia de este tema jurídico y social.

Las cifras y la realidad coinciden en que la situación social de discriminación y pobreza que afecta a más de 2 millones y medio de personas con discapacidad en Chile, afecta gravemente también a los niños. Resulta del todo inaceptable que en pleno año 2007 aun se endose parte de esta responsabilidad a la farándula o al mundo privado, una responsabilidad que le compete al Estado a los ministerios y más específicamente al Ministerio de Salud.

El éxito continuo de la Teletón tiene su origen en una continua falla del Estado en un tema en que merece tener un protagonismo central: Un trato digno y efectivo para los discapacitados de nuestro país, que les permita mejorar sus estándares de vida e incorporarse a todas las instancias de nuestra sociedad. Esto debe ser reconocido como un derecho y no como un favor.

Muchos coinciden en que esta campaña vulnera el Estado de Derecho de cualquier país y la dignidad de los niños, mujeres, hombres con discapacidad y sus familias. Por si sola deja en evidencia otra enorme falencia del Estado Chileno: La ausencia de acceso e integración social de las personas con discapacidad.

Los ciudadanos chilenos ya estamos pagando nuestros impuestos, por lo cual no corresponde que se pida dinero públicamente para que “un niño pueda caminar”, por muy entretenida que sea la jornada cabaretesca, esta por si sola es un acto de profunda discriminación y segregación. La comunidad internacional ya entendió que la salud de los niños con discapacidad debe estar cubierta por los Estados, este es un derecho de primera generación solemnemente declarado.

Las condiciones favorables para que parezca normal pedir dinero para que un niño pueda caminar, parecieran ser por un lado la poca habilidad estatal y por otro el acostumbramiento social de ilegalidad que ha generado la situación óptima para que existan “grandes oportunidades comerciales” y “ofertones solidarios” y pseudos "Santos de la TV". Esos que han encontrado algunos fabricantes de productos, para hacer el negocio del año y de paso un pequeño aporte en dinero que les permite mejorar su imagen, amasar masa y fortuna a costa de un tema social delicado: La rehabilitación de los niños discapacitados.

Esta “alianza estratégica” como el que ha hecho el Metro de Santiago, la misma empresa que vulnera a diario el derecho al transporte de las personas con discapacidad en el Transantiago, ha servido a su vez para que el Estado se ahorre el dinero (nuestro dinero en impuestos) cuyo fin debería ser el de entregar prevención y rehabilitación a través de los servicios públicos de salud, me refiero a los Hospitales Públicos de Salud.

Las empresas (durante 27 horas) aparecen como muy “responsables” y “solidarias” al donar los excedentes, que por lógica consiguen tras meses (al menos dos) de propaganda gratuita en todos los programas, canales de televisión, radioemisoras, propios medios, además de la publicación de sus logotipos y productos estrella en carteles y gigantografías que se exponen a todo color en cada negocio, calle, quiosco de diarios, paleta publicitaria y poste del alumbrado público. Es un negocio más que redondo.

El doble estándar chileno alcanza aquí su Mayor Reiting. Y la ineficacia de los sistemas públicos de salud su mayor realce. Tras frases tan efímeras y livianas como “ellos dependen de ti”, “la Teletón es tuya” (¿?)o “en cada paso estás tú”; tras la danza de millones y ganancias, se esconde una realidad irrefutable: el atropello diario de los derechos humanos de más de 2 millones y medio de niños, jóvenes y adultos con discapacidad que viven en situación de pobreza y grave discriminación en Chile. Más de 90 millones en toda América Latina. Me pregunto ¿que es más importante, el circo de la farándula o la integración social de las personas con discapacidad?.

Esta es una Responsabilidad del Estado, no del mundillo de la Televisión. La grave exclusión y discriminación hacia los niños con discapacidad, se disfraza de fiesta popular y locura consumista, como las fiestas patrias o la navidad. Hay de quién ose hablar mal del estilo solidario subdesarrollado y los depósitos en dinero que se efectúan al son del reggeton, la ranchera, "chileno de corazón", las faldas, el escote y el trasero. Cuidado a quienes se atrevan cuestionar los verdaderos fines de la maniobra mediática y comercial efectista, porque el desprecio político y económico es un monstruo que nunca ha tenido piedad con los discapacitados.

El silencio de los inocentes.

Los Niños poco saben de derechos ciudadanos o derechos humanos y menos aun de las responsabilidades y deberes que el Estado tiene con ellos y que por cierto vulenera. Las convenciones internacionales de protección a la infancia señalan al Estado, como el principal responsable de brindar salud y rehabilitación a los niños como un derecho adquirido y que estos derechos no se pueden vender en el mercado.

Discapacidad y pobreza son dos términos que se potencian y discapacidad y derechos humanos son dos términos totalmente relacionados. El artículo 1 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos dictada el año 1948, señala que todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y dotados como están de razón y conciencia deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.

¿Qué significa comportarse fraternalmente en este caso?. Significa crear condiciones humanas, de equidad, de justicia y empatía, para que este tremendo sector de 2 millones y medio de ciudadanos con derechos, sean alguna vez al menos respetados en sus derechos humanos.

Estamos presenciando una vez más el burdo estilo con trama y final repetido. La más lamentable campaña publicitaria que pueda montarse cada fin de año y la más triste fiesta para las personas con discapacidad y sus familias, que luchamos a diario por mayor educación, conciencia y respeto por los derechos humanos de las personas con discapacidad. Nuestros hijos, esposas, madres, padres y amigos excepcionales que reciben el desprecio diario de los gobiernos.

"Falta mucho para llegar a la meta", es una frase burda que muñequea nuestras emociones y juega con una necesidad sentida.

No hay spot televisivo que pueda ocultar el 90% de cesantía que afecta en Chile a más de 1,6 millones de personas con discapacidad en edad de trabajar, que por estos días sigue afectando a los comerciantes no videntes del centro de Santiago. No hay rubor que maquille la pobreza extrema y la discriminación; el 97% de ausencia de salud y rehabilitación del sector.

El silencio por conveniencia de algunos, impide incluso que cientos de miles de personas tengan acceso al transporte o a una seguridad social digna. En América latina, se convive a diario con la ausencia de salud, educación, capacitación, trabajo, seguridad social y transporte accesible para los niños, jóvenes y adultos con necesidades especiales.

Hace mucho tiempo que los países desarrollados entendieron que la discapacidad más que un tema biomédico, debe ser un tema a abordar con el más profundo respeto por los derechos humanos. El mundo ya entendió que los dineros disponibles desde el Estado, deben ir en ayuda no solo de una, sino de todas las organizaciones que trabajan por la integración social de las personas con discapacidad, especialmente de aquellas que eduquen y promuevan sus derechos.

En pleno 2008, Chile será nuevamente escenario de la campaña Teletón, 27 horas ininterrumpidas de baile y franca decadencia, para expiar los sentimientos de culpa de la indiferencia aguda, la ignorancia profunda, el silencio inoperante y la ineficacia extrema que guardan los famosos protagonistas de las 8.733 horas restantes del año. Chile celebrará nuevamente ”el decadente gran día de los chilenos”, donde todos se unirán por una causa que pocos conocen, será el día del asadito y la cerveza, donde se vivirá en pleno la cultura de la basura.

Todo sea en nombre del consumismo y la adoración a la farándula. Todo sea por el estilo de solidaridad ineficiente y desechable.

Lo más grave es la utilización de los niños durante lo que dura la campaña, que pasa a llevar los derechos infantiles, los que debe súper vigilar SENAME. No es digno ni legal que los niños deban ser exhibidos con sus rostros, malformaciones y sus prótesis destapados en pantalla y en los afiches para “que ellos puedan caminar”, “ponerse de pié”, o “dar un paso”. Simplemente, porque ellos son desde que nacen, portadores inherentes de derechos constitucionales a nivel nacional e internacional. Cualquier acción contraria, representa un acto de discriminación en Chile o en cualquier parte del mundo.

La Convención de los Derechos del Niño, firmada por Chile en Naciones Unidas, nació el 29 de Noviembre de 1989 para garantizar el respeto de los derechos humanos de los niños/as y adolescentes. La Convención -firmada por todos los países del mundo- ES UNA LEY internacional que reconoce que cada niño tiene derechos civiles y políticos, como el derecho a la vida y la libertad de opinión y expresión; además incluye derechos económicos, culturales y sociales, como el derecho a la Salud, una buena Educación y a tener una cada vez mejor calidad de vida.

Esta carta internacional por los derechos del niño, estipula que se beben mejorar la asistencia social a las familias para prestarles apoyo en sus funciones de crianza de los hijos, a fin de reducir en número de niños internos en instituciones. Además insta a los gobiernos para que elaboren medidas específicas para poner fin a todas las formas de discriminación como la explotación económica de los niños.

En pleno 2008 el Estado chileno pareciera desconocer totalmente los Derechos del Niño, por 27 horas a se nos olvida esta carta internacional, por 27 horas Chile hace la vista gorda y la opinión pública internacional se espanta. ¿Cuanto vale la recuperación de un niño o de una sociedad?. ¿Quién quiere ser millonario?.

Las personas con discapacidad y sus familias emplazamos al Estado a que cumpla con su obligación: Que asuma la administración y subvención completa de los centros de rehabilitación construidos hasta el momento y que los niños reciban por derecho y no por caridad, la salud y la rehabilitación integral que históricamente se les ha negado y en el mejor de los casos, se les ha entregado parceladamente en un sistema de intereses económicos y políticos basados en la discriminación.

La integración social de las personas con discapacidad no se logra con depósitos en dinero ni con donaciones, sino que con mayor educación, conciencia, leyes y cumplimiento de estas leyes en el día a día. Chile debe reeducarse en materia de discapacidad para diseñar políticas efectivas y no efectistas, la presidenta y los ministros deben aprobar el ramo de la discapacidad, creando instancias y leyes permanentes que mejoren la calidad de vida de la más grande minoría del mundo: Las personas con discapacidad.
Es tiempo que el Estado de una solución definitiva al tema de los Discapacitados, en especial a lo referido al acceso a la saluid y a la rehabilitación, más que subastar este derecho en la plaza pública.

Alejandro Hernández
Presidente Fundación Nacional de Discapacitados
Experto en Discapacidad
Mail fundacion@fnd.cl


El problema es aquel «magnate de las comunicaciones» que aparece en todas partes de la television chilena y latinoamericana, con carita de «abuelito bueno», pero que astutamente y durante muchos años, se ha enriquecido y alimentado de gloria y fama con las debilidades de las personas más humildes, apelando a los sentimientos y necesidades más básicos del ser humano como: la pena, el llanto fácil, la culpa, el derecho a la salud, o tener una situación económica digna, y que está buscando hace rato que le levanten una estatua con todos los honores para que cuando se muera, lo haga tranquilo, con la conciencia «limpia» porque no tiene otra forma de ser feliz en la vida que aprovecharse de los más humildes (parece que su dinero no le satisface).

¿Por qué hay que esperar una vez al año para que Don Francis y sus camaradas de las grandes empresas en chile, durante 27 horas de televisión se pongan con grandes sumas de dinero para solidarizarse con niños, jovenes y adultos enfermos físicos y mentales?

Esa «solidaridad» podría hacerse todos los días del año sin tener que recurrir a imagenes televisivas con altísimo grado de morbo emocional.

Es más: Don Francisco SÓLO, PERO ¡¡SÓLO!! como multimillonario que es, podría mantener la obra sin «mendigar» a nadie.

Pero... Lamentablemente su egocentrismo y avaricia no se lo permite, y ha sido capaz de utilizar la imagen de los niños más desvalidos a costa de mantener su figura vigente.

¿Y qué decir de los conductores de la TV o los artistas que trabajan en la TV? ¿Serán tan ingenuos que no saben lo que estan haciendo? ¡¡¡Obvio que no!!! ¡¡¡Si no apoyan al señor se quedan sin «laboro»!!! El dueño de los canales es él. Él puede colocar y/o sacar al que quiere.

También los artistas y conductores necesitan mantenerse en la tele y cada año de Teletón es una oportunidad para generar contratos televisivos multimillonarios con las empresas. A ellos también les gusta aprovecharse de los niños, aunque eso signifique tener que sacarse la ropa, bailar un «koala», bailar en el caño, o prostituírse en público.

¿O qué decir de los políticos, religiosos o funcionarios corruptos que aparecen donando plata para limpiar su imagen?

¿O... Qué decir de Don Francis dándole la mano al «capitán general» en alguna fotografía de la dictadura? ¡¡Impresentable!!

¡¡¡DESPIERTEN GENTE!!! Don Drancisco discrimina a la gente. Nos coloca entre dos grupos: los «normales» por un lado y los «enfermitos» por otro. Durante 27 horas de TV nos trata de hacer sentir culpables y miserables por tener todas nuestras extremidades. Que yo sepa, hace muchos años que se terminó el concepto de discapacidad en todo rango de la vida. La «discapacidad», si se piensa friamente, no existe. En este mundo moderno, todos tenemos capacidades distintas, y no me estoy refiriendo sólo a lo físico.

¡¡Y ojalá para el viejo sigan naciendo niños enfermos mentales o con problemas físicos, es lo mas rentable para su negocio!!!!


UNA REFLEXION INTERESANTISIMA:
«La utilización de niños con fotos y sus diagnósticos vulnera los derechos de estos mismos. No es digno ni legal que se exhiban rostros de niños con nombre y apellido, y sus malformaciones en pantallas de televisión y gigantografías. Todos los hombres nacen libres en diginidad y derecho (artic. 19 de la Constitución Política de 1980). Además la Ley 19.284 para la plena "Integración Social de las Personas con Discapacidad" del año 1990 señala expresamente en su artículo 2° que la prevención y rehabilitación de las discapacidades es un DEBER del estado chileno, y un DERECHO inherente de las personas con discapacidad. No existe en Chile ni en el mundo una clínica que publique el rostro, nombre y diagnóstico de sus pacientes, porque sería de repudio generalizado. El exito continuo de la Teletón tiene su origen en la falla profunda del Estado».

Alejandro Hernández (Presidente Fund. Nac. de Discapacitados).

LA CIENCIA DEL CORAZON

Represion Comunidad Mapuche Wente Winkul Mapu.mov

http://youtu.be/ReJBkZ970Q8

El Mundo de Mañana - El gran documental de TV

http://youtu.be/wtH61ugt3HE

Es hora de parar la guerra contra la Tierra. Discurso de Vandana Shiva al recibir el Premio Sydney por la Paz

23/11/11
 
Hoy en día, cuando pensamos en la guerra, nuestra mente se torna hacia Iraq y Afganistán. Pero la guerra más grande es la guerra contra el planeta. Ésta tiene sus raíces en una economía que no respeta límites ecológicos y éticos – límites a la desigualdad, límites a la injusticia, límites a la codicia y la concentración económica.
Un puñado de empresas y de potencias busca controlar los recursos de la Tierra y transformar el planeta en un supermercado en el que todo está en venta. Quieren vender nuestro agua, genes, células, órganos, conocimientos, culturas y nuestro futuro.
La guerras duraderas en Afganistán, Iraq y las que les han seguido no son sólo sangre por petróleo. A medida que ellas se desarrollan, vemos que son sangre por alimentos, sangre por genes y biodiversidad y sangre por agua.
La metalidad guerrera subyacente a la agricultura bélico-industrial es obvia en los nombres de los herbicidas de Monsanto— Round-Up, Machete, Lasso. American Home Products, que se ha fusionado con Monsanto, da a sus herbicidas nombre igualmente agresivos, incluyendo “Pentagon” y “Squadron”. Es la lengua de la guerra. La sustentabilidad se basa en la paz con la Tierra.
La guerra contra la Tierra comienza en la mente. Los pensamientos violentos dan forma a acciones violentas. Categorías violentas construyen herramientas violentas. Y en ninguna parte esto es tan vivaz como en las metáforas y métodos en los que se basa la producción industrial, agrícola y alimentaria. La fábricas que produjeron venenos y explosivos para matar a la gente durante las guerras han sido transformadas en fábricas productoras de agroquímicos al terminar las guerras.
El año 1984 me hizo ver que algo no estaba bien en la manera en que los alimentos se producían. Con la violencia en el Punjab y el desastre en Bhopal, la agricultura parecía guerra. Fue entonces que escribí La Violencia de la Revolución Verde, y por eso mismo lancé Navdanya como un movimiento por una agricultura libre de venenos y productos tóxicos.
Los pesticidas, que en un principio se utilizaron como químicos bélicos, no pudieron controlar las plagas. La ingeniería genética iba a ofrecer una alternativa a los productos químicos tóxicos. Al contrario, ha llevado a un mayor uso de pesticidas y herbicidas y desatado una guerra contra los campesinos.
Los altos costos de los insumos y productos químicos hacen que los agricultores caigan en la trampa de la deuda – y la tampa de la deuda lleva a los agricultores al suicidio. De acuerdo a datos oficiales, en la India más de 200.000 campesinos se han suicidado desde 1997.
Hacer la paz con la Tierra siempre ha sido un imperativo ético y ecológico, que se ha convertido ahora en un imperativo para supervivencia de nuestra especie.
La violencia contra el suelo, la biodiversidad, el agua, la atmósfera, el campo y los campesinos produce un sistema alimentario marcial que no puede dar de comer a la gente. Un billón de personas sufre hambre. Dos billones sufren de enfermedades relacionadas con la alimentación: obesidad, diabetes, hipertensión y cáncer.
Hay tres niveles de violencia implicadas en el desarrollo no sustentable. El primero es la violencia contra la Tierra, que se expresa en la crisis ecológica. El segundo es la violencia contra gente, que se expresa en la pobreza, la indigencia y el desplazamiento. El tercero es la violencia de la guerra y el conflicto, cuando los poderosos echan mano a los recursos que están en otras comunidades y países para satisfacer su apetito que no tiene límites.
Cuando cada aspecto de la vida es comercializado, vivir se hace más caro, y la gente se empobrece, incluso si ganan más de un dólar al día. Por otra parte, la gente puede ser rica en términos materiales, incluso sin economía monetaria, si tienen acceso a la tierra, si los suelos son fértiles, si los ríos están limpios, su cultura es rica y mantiene la tradición de construir casas y prendas bonitas, buena comida, y hay cohesión social, solidaridad y espíritu comunitario.
La ascensión del dominio del mercado, y de la moneda en tanto que capital producido por el hombre, a la posición de principio superior organizativo de la sociedad y única forma de cuantificar nuestro bienestar ha llevado al debilitamiento de los procesos que mantienen y sostienen la vida en la naturaleza y la sociedad.
Entre más ricos nos hacemos, somos ecológica y culturalmente más pobres. El aumento en el bienestar económico, medido en dinero, lleva al aumento de la pobreza en los aspectos material, cultural, ecológico y espiritual.
La verdadera moneda de la vida es la vida misma, este punto de vista lleva a varias preguntas: ¿cómo nos miramos a nosotros mismos en este mundo? ¿Para qué están los seres humanos? Y ¿somos simplemente una máquina de hacer dinero devoradora de recursos? O ¿tenemos un propósito más elevado, un fin superior?
Creo que la “Democracia Terráquea” nos permite imaginar y crear democracias vivientes basadas en el valor intrínseco de todas las especias, de todos los pueblos, de todas las culturas – un reparto justo y equitativo de los recursos vitales de esta Tierra, un reparto de las decisiones sobre el uso de los recursos de la Tierra.
La “Democracia Terráquea” protege los procesos ecológicos que mantienen la vida y los derechos humanos fundamentales que son la base del derecho a la vida, incluyendo el derecho al agua, la alimentación, la salud, la educación, el trabajo y el sustento.
Tenemos que escoger. ¿Obedeceremos las leyes de mercado de la codicia corporativa o las leyes de la Madre Tierra para mantener los ecosistemas terrestres y la diversidad de los seres vivos?
Las necesidades en alimentación y agua de la gente sólo pueden satisfacerse si se protege la capacidad de la naturaleza para producir alimentos y agua. Suelos y ríos muertos no dan alimento ni agua.
Por ello, defender los derechos de la Madre Tierra es el más importante de los derechos humanos y de las luchas por la justicia social. Es el más amplio movimiento pacifista de nuestra época. http://www.ecoportal.net/
La Dra. Vandana Shiva es una física y ambientalista india, que recibio el Precio Sydney de la Paz 2010. Ésta es la versión editada de su discurso en la Ópera de Sydney el 3 de noviembre.
Otros Mundos
http://www.otrosmundoschiapas.org/