martes, 12 de julio de 2011

CONFERENCIA DE PILAR SORDO

http://youtu.be/nAF1oYesS5E
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http://youtu.be/-rUGJJZiE7A
http://youtu.be/j28yCS3-gu4
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CONFERENCIA DE PILAR SORDO

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OCTAVIO PAZ

EL LABERINTO DE LA SOLEDAD
http://biblio3.url.edu.gt/Libros/16/laberinto.pdf

Octavio Paz

http://biblio3.url.edu.gt/Libros/16/laberinto.pdf

Roberto Bolaño.

http://www.uc.cl/letras/html/6_publicaciones/pdf_revistas/anales/a5_12.pdf

André Bretón

http://www.teatroenmiami.net/biblioteca/breton-surrealismo.pdf

Arthur Rimbaud

http://scholar.google.es/scholar?hl=es&q=arthur+rambo&lr=&as_ylo=&as_vis=0

http://portal.perueduca.edu.pe/estudiantes/xtras/pdf/obra_poetica_de_cesar_vallejo.pdf

César Vallejo
(Perú, 1892-Paris, 1938)
Obra poética completa

In Ethiopia, UNICEF helps meet water supply challenges in drought-prone district

http://youtu.be/4uB7sJmv76s

TIPO DE DELITOS Y NUMERO DE CONDENADOS

http://ciperchile.cl/multimedia/28373/

LA NECESIDAD COMO MOTOR DEL DESARROLLO INTEGRAL


Por: José Leandro Flores                3 de julio de 2011                           http://2011eda.blogspot.com/

Un principio que representa un cambio de mentalidad para dos jóvenes del nivel medio de educación de adultos.

  1. Influencia del contexto
  2. El nudo a desatar
  3. Tal vez no sea demasiado tarde
4.  Importancia de la identificación de las necesides y del desarrollo


1.     Influencia del contexto
(María) Te confieso, Gabriel, que estoy entre sorprendida y desconcertada al terminar este encuentro con nuestro facilitador que nos ha planteado algo que pareciera tan obvio, pero para la mentalidad de la que provengo representa una novedad y un gran desafío. Primero, porque ambos conceptos  eran totalmente separados; y también con frecuencia, en oposición y excluyentes uno del otro.
En mi medio ambiente, la repetición “somos pobres” conllevaba o arrastraba tras de sí un rosario de ideas, afirmaciones y negaciones, como estas: No se decía “estamos pobres” sino “somos” pobres. No se guardaba reparo en casi sentenciar: “vamos a ser siempre pobres”. En algunas ocasiones a ese triste panorama  se le revestía con una aureola de “virtud”, pasando a ser algo bueno, la pobreza y el sacrificio; la exclusión y la explotación. Y con esta forma de pensar se alimentaba la pasividad y hasta la indolencia.
Esta especie de lápida espiritualista era la más difícil de cuestionar, y hacia alianza con la dimensión política que alababa la pasividad o ignorancia de los ciudadanos, de modo que fueran obedientes; y por ningún motivo revoltosos. Así era un ambiente propicio para la resignación, inculcando la creencia que de allí nacería o se merecería la salvación eterna.
Por eso te comento que el enfoque de unir la necesidad con el desarrollo, y no solo eso, sino considerarla como el motor del mismo… al menos me resulta novedoso y contratante con mi pasado.
(Gabriel) No me resulta extraño lo que me comentas, María, porque mi experiencia es muy similar a la tuya. La lectura que hacía de la “necesidad”, y más concretamente, de mis necesidades, era sólo de “carencia”; lo cual me generaba mucha  angustia y temor.  Ese binomio carencia-angustia era un nudo muy difícil de desatar, y más bien se  fortalecía con la dinámica del  círculo vicioso que permanecía omnipresente en mi mente y en mi cuerpo, de día y de noche  llevándome a una especie de parálisis mental y física, llegando a ser mis expresiones favoritas aquellas de “no tengo” (necesidad) y “no puedo” que eran la suma de dos carencias que mutilaban mis capacidades.
Por eso, agradezco tanto estos encuentros de educación de adultos con carácter liberador; en el sentido de tomar conciencia de lo que debo desaprender porque son creencias que me paralizan, que me dividen, que niegan mi esencia de ser que es esencialmente cambio-evolución y realización. Todo sistema, pienso ahora, provenga de donde provenga, que alimente el status quo es perjudicial, es dañino para uno y para la sociedad.
Me impresiona mucho lo que conversan, jóvenes, porque en esto y en todos los temas de la vida nunca terminamos de aprender, nunca lo sabemos todo. Nuestras verdades no son absolutas ni nadie la posee en su totalidad. Y nada es más maravilloso que las nuevas revelaciones o descubrimientos de algo mejor, de algo más verdadero. La Revelación como el Ser  son esencialmente dinámicos, son procesos, como lo es la Vida.
 ¿Cómo se llego a pensar así por una comunidad? Es decir, no es una persona ni un grupo pequeño de persona, sino una mentalidad que alimentó la mentalidad en la  infancia de sus hijos. Esto no es casual ni un episodio aislado, sino el efecto de sistemas de pensamientos muy bien estructurados y ofertados. Son el producto de concurrencias de las mejores mentes en alianza con los centros de poder interconectados.
Por otra parte, este tema visto con nuestro enfoque “aprender a aprender” debemos  considerar, también, que en la medida que la motivación de desarrollo no sea en respuesta a la satisfacción de una verdadera necesidad, en ese misma medida, no solo la motivación sino también la orientación del desarrollo  se aleja de la búsqueda de verdaderos satisfactores; y comienza, así, a ser perjudicial para la misma persona y para la sociedad y la Naturaleza. Este desacierto presente en la raíz del proceso ha influido en el éxito que ha alcanzado el consumismo como sistema. Al punto de llegar a identificar la felicidad y realización personal con el tener mas y mas cosas (no importa que no se usen, sino por el mero hecho de ser “propias”). ¡No puede haber absurdo mayo!

2. El nudo a desatar
(María) Me doy cuenta que verdaderamente establecemos una relación simbiótica entre nosotros y el hábitat que nos recibe al comenzar nuestra vida.  Y que una buena educación es fundamental  orientada a fomentar en nosotros la capacidad de reflexión, una conciencia crítica y propositiva; y el desarrollo emocional y espiritual.
Con la energía que me nazca de este desarrollo integral estoy segura que voy a ser capaz de romper, cambiar o volver a nacer, alcanzando la capacidad de despojarme de los miedos de  encontrarme conmigo misma y elegir responsablemente mi senda de vida; y comprender  que no se trata que sea una mera “reproductora” de lo mismo, sino una evolucionadora de las ideas y prácticas en la vida cotidiana.  Es evidente que no todos los tiempos ni todos los lugares son iguales sino distintos; por lo tanto, uno debe de estar a la altura de los retos de su tiempo. Para esto debemos prepararnos y las generaciones que nos anteceden no deben solicitarnos que renunciemos a estos deberes históricos. Si no actúas no impidas que otros lo hagan.
El nudo a soltar no es solo en el exterior (social) de consecuencias ecológicas, sino también interior, en la  esencia de cada uno, donde descansa y nace la personalidad de cada uno. De manera que, en primer lugar, tengo que comprender que la necesidad como carencia es una circunstancia, por el hecho que quien la está viviendo es un sujeto con potencialidades, sueños y metas por alcanzar. En este sentido, nuestro norte es no solamente trabajar sino también hacernos de un método estratégico que fomente la sinergia que nos transforme.
Porque tenemos que aceptar que muchas cosas no las podemos hacer ni alcanzar solos, sino trabajando en conjunto.  No es casual que en nuestro medio no exista esta capacidad tan importante para hacer de las necesidades puntos de partida hacia los caminos que nos conducen al desarrollo integral de cada uno de nosotros. Es la consecuencia de una visión difundida de los modos más sofisticados y silenciosos… pero igualmente engañosos.
(Gabriel) Y hasta que no tomemos conciencia, María, que dicha mentalidad no es casual sino causal, seguiremos en el mismo estado de marginación y automarginación en que venimos considerando como algo natural algo que es artificial. Ahora comprendo que como estudiante, mi responsabilidad no se agota en el sala de clases, sino que debo llevar luz a mi comunidad. En esta caso contribuir a la formación de una nueva conciencia de ser, estar y actuar en el Mundo.
 A la vez, estoy consciente de este eufemismo porque no existe tal comunidad. Lo que reina entre nosotros es el individualismo y la desconfianza; e incluso el miedo entre unos y otros. Y todo esto contribuye a acrecentar el inmenso hoyo en que hemos caído empujados por la frivolidad que nos transmiten muchas fuentes, entre las que están los medios de comunicación y las instituciones que solamente miran para sí mismas y fomentan el status quo.
Por eso siento que  mi responsabilidad no termina en mi sino que se prolonga hacia quienes están conmigo para alcanzar también ellos su pleno desarrollo humano. Por eso me alegra tanto conocer y empaparme de este enfoque que nos ha propuesto nuestro facilitador de un modo tan real y convincente; es decir, con su misma experiencia.
Reconozco que mi absurda rebeldía por mucho tiempo me impedía ver otras cosas, porque en vez de escuchar solamente juzgaba y descalificaba sin más. Ahora me doy cuenta que esa misma energía la puedo encauzar en mi propio desarrollo hacia un ser más humano, amable, flexible y creativo. Estoy seguro que con estas condiciones seremos capaces de construir los puentes que necesitamos para avanzar de la necesidad –pasando por encima de la carencia- hacia las vías personales y sociales de desarrollo real e integral.
            Es maravilloso, jóvenes, ver que es posible  cambiar de mentalidad en nuestro mundo actual, a partir de tomar conciencia de los procesos que generan hechos incomprensibles para cualquier ciudadano que no haya perdido la capacidad de ver y oír el clamor de sus hermanos, los seres vivos.  Y avizorar la Educación como la vía por excelencia para la formación de personas y la transformación de la mentalidad hacia una concepción y práctica menos inhumana como  la actual, ¡es un sueño hecho realidad!
Es decir, es posible soñar y celebrar el nacimiento de hombres y mujeres nuevos. Dicha  novedad comienza por valorarse y apreciarse uno mismo, y luego  decidirse a desarrollarse para hacer de la vida una experiencia de hacer el bien. Probablemente Uds. mismos no se dan cuenta en esta edad del enorme cambio y de las grandes consecuencias que provendrán de este cambio de mentalidad. Pero tiene que ver, no solo con transformar y separar la necesidad de la carencia, estableciendo el vínculo inquebrantable con el desarrollo integral (es decir, no solo del individuo sino de todos los seres vivos con quienes convivimos y dependemos y  necesitamos), sino también con cambiar la ambición sin límites  y el antropocentrismo que tanto mal ha hecho al mundo en que vivimos. No es mucho decir, que se trata de un nuevo comienzo; o el inicio correcto para dar un giro radical al  trágico camino en que estamos encarcelados y viviendo sus consecuencias con un presente y panorama desolador y hasta siniestro.

3      Tal vez no sea demasiado tarde
(Gabriel) Efectivamente, son tantos los sentimientos e ideas que llenan mi cuerpo y mi mente que no alcanzo a vislumbrar los alcances del cambio de mentalidad y de la práctica cotidiana de una persona frente a algo que parecía tan inocente y que no hacía daño alguno a nadie… pero silenciosamente venía cavando mi propia tumba y la de los que me rodean y esperan que cuide sus vidas y fomente su desarrollo.
Ud. no se imagina cuánto tiempo se pierde sin hacer nada productivo ni tomar un libro e instruirnos para hacer frente a los problemas que sin tregua nos asfixia.  Por eso, valoro mucho este enfoque andragógico en que el énfasis no se pone en la transmisión de contenidos, sino en la entrega y experimentación de herramientas metodológicas para que nosotros hagamos el mejor uso de ellas para aprender y para remover todo lo que nos cerca y nos impide avanzar; de manera que volvamos a creer que podemos ser libres, responsables y comprometidos.
Con esta visión integradora de lo personal con lo social y ecológico me alejo afortunadamente del paradigma que se centra en la “competividad” como motor del desarrollo individual e individualista… que al final termina en el solipsismo.  Dicho paradigma encarnado en el sistema en que hemos nacido nos ha hecho mucho daño a todos los seres vivos; e incluso a especies enteras de seres vivos que han perecido por la irracionalidad del poder. Todo poder sin ética es mortal para todos.
(María) No quisiera parecer pesimista, pero no puedo controlar mi desolación frente a tanto engaño y autoengaño en que nos tenía atrapados esa aparente simple idea convertida en círculo vicioso: que la necesidad es carencia y viceversa. Y no quiero culpar a quienes son más adultos que yo y que por lo general les dominó el conformismo, la resignación y la dependencia. Habíamos perdido la confianza en prácticamente todo, incluso en la educación como vía real para el desarrollo, pasando o comenzando, mejor dicho, por la pérdida de fe en nosotros mismos y en nuestras potencialidades y capacidades.
Te acuerdas, Gabriel, ¿cuánto nos costó responder la pregunta que nos hizo nuestro facilitador para que iniciáramos un trabajo de investigación que no tiene término? Esa pregunta rezaba así: ¿En qué crees tú que, teniendo las oportunidades o condiciones, serías excelente?  Nuestro mutismo reflejaba la pérdida de nuestros sueños; la claudicación antes de tiempo. Esa pregunta expuso nuestra debilidad.
Pero al estar aquí y ahora con esta actitud es garantía suficiente para tomar nuestra vida en nuestras manos, con toda humildad pero también con toda responsabilidad. Esto nos llevara a economizar todos nuestros recursos: tiempo, salud, edad, facultades, bienes… y ponerlos en el proceso transformativo, reparador y regenerativo del mundo en que vivimos.
Nuestra patria es el Universo; y para él con miles de millones de años nunca será demasiado tarde, sí lo es para nosotros cuando pasa un día y otro día y no hacemos o no aprendemos nada nuevo, nada que sea provechoso para nosotros –y no solo para mí-. Cuando aprendamos y practiquemos esta filosofía, entonces nuestros ojos verán una nueva aurora para la Humanidad. Porque hoy por hoy la sobreabundancia es de egoísmo y miedo; causa de muchas enfermedades y a su vez de grandes negocios para procurar su sanación.
Dado el curso que ha tomado la Historia, cada minuto, cada hora, cada día son tan valiosos como cada respiración para un ser vivo. No hay tiempo que perder porque cada segundo se desencadenan acciones, muchas de ellas, en contra de los seres vivos. También la Naturaleza ha comenzado a accionar su potencial de sobrevivencia.

4.  Importancia de la dentificación de las necesidades y del desarrollo
            Definitivamente, el contexto es fundamental en nuestro desarrollo humano integral, y estoy de acuerdo con vuestras observaciones, en cuanto que con demasiada frecuencia, es un lugar donde se descuida la formación y/o se entrega formación sin información ni actualización. Llegando a veces al extremo que se prefiere que los jóvenes abandonen el hogar y vayan a la calle: ya sea para “descansar de ellos” o para que “la pasen bien” en la oferta del mercado de diversión. Esta es una aceptación camuflada que los adultos  no tenemos la capacidad de ser activos, proactivos y creativos para hacer de nuestros contextos lugares de vida y de crecimiento hacia la plenitud humana.
            Nuestras verdaderas necesidades son pocas y tienen nombre, estimados jóvenes. Tenemos la necesidad de establecer vínculos directos y amables con nosotros mismos y con la naturaleza a la cual pertenecemos y estamos. Tenemos la necesidad de liberarnos del racionalismo totalitario y del autoritarismo. Esto porque la ruptura de aquello y el aprisionamiento en lo segundo han alimentado el desconocimiento de nosotros mismos en que hemos caído y el abandono que hemos hecho de nuestra responsabilidad, entregándonos al juicio y opiniones de los demás, sean individuos o instituciones.
            Por eso, estudiar no es una actividad solamente  para el currículo y así tener más condiciones para ganar en la competencia… sino, por el contrario, estudiar significa transformarnos y habilitarnos para contribuir a la transformación del mundo –no solo la sociedad- que claman por seres humanos no solo racionales sino también conscientes, sensibles y solidarios, capaces de poner el amor y no la ambición como el motor de sus vidas.
            No se trata solamente de salir de la indiferencia y pasar a soñar, sino de ponernos camino con prácticas cotidianas que respondan a planificaciones que tengan en cuenta no sólo nuestras potencialidades y capacidades, sino también nuestras debilidades y desviaciones, para unir nuestros recursos con los de otros y así poner el piso para un nuevo Mundo que  no sea reflejo ni víctima de nuestras desviaciones ontológicas.
            (Gabriel)  Creo, entonces, que la necesidad no puedo permitir que se convierta en una especie de lápida que termine con mis sueños. Y confieso que es la amenaza más poderosa que siento que me rodea. Pero las circunstancias no van a tener la última palabra sobre mí. La peor derrota es la batalla que no se libra; y resignarse es como morir en vida.

Carta de los estudiantes a la sociedad


Una carta firmada por varios dirigentes estudiantiles intenta dar respuestas y salidas al intenso momento de movilizaciones en el que nos encontramos hoy. El malestar ante la promesa neoliberal incumplida hoy es exigido en las calles por miles y expresan el descontento transversal de la gran mayoría del país ante una clase política ciega y sorda. El llamado es a asumir los dilemas políticos, construir alianzas amplias y promover una mayor democracia y participación directa de la gente.
Desde el nuevo malestar a una nueva democracia: la política es demasiado importante como para dejarla en manos de los mismos de siempre.
Es evidente que la movilización por la educación ha excedido ya lo gremial. Y no se trata de una excepción. En los últimos años, este y otros movimientos han sabido expresar un creciente malestar social. Aparecen manifestaciones multitudinarias que se pensaron parte del pasado. Pero más importante: emerge un descontento transversal a la sociedad chilena.
A menudo, entre los alcances de 30 años de neoliberalismo, la élite empresarial y política destaca la alta cobertura de la educación superior como expresión de democratización social. No deja de ser irónico que sean esos mismos jóvenes los protagonistas del malestar. Hoy los “emergentes”, los consumidores y los endeudados alzan la voz. ¿Están siendo mal agradecidos?
Lo que vemos es el producto de tres décadas de neoliberalismo. La Concertación -renunciando a su inspiración socialdemócrata- mantuvo en lo esencial el modelo económico, político y social instaurado por la dictadura. Y aquella continuidad permitió madurar cambios sociales profundos. Viejos sectores protagonistas de las batallas políticas de antaño -la clase obrera y la clase media estatal- se empequeñecieron y desdibujaron ante la égida de un nuevo capitalismo. Sus organizaciones, sobrevivientes, entraron en una crisis de la que aún no repuntan. Al resto de la sociedad se le prohibió organizarse, instalándose una fuerte desarticulación social, que hasta hace poco, mantenía el descontento en los límites de la angustia personal.
El nuevo Chile, como se sabe, no tiene ni el rostro de los viejos obreros ni de los antiguos empleados públicos. Aunque somos sus hijos, nos tocó ser y estar en un país distinto. Se nos respondió a nuestras esperanzas con consumo, endeudamiento y empleos flexibles. Estuvimos obligados a creer en la educación como palanca de movilidad social. Nos prometieron igualdad de oportunidades y bienestar producto del esfuerzo individual.
Ahora hemos venido, simplemente, a exigir que tales promesas se cumplan. Ese es el reclamo de los cientos de miles que hoy protestan: se prometió igualdad, pues que la haya. Se prometió un desarrollo sustentable, pues que sea efectivo. Se nos prometió una educación de calidad, se nos hizo endeudarnos, disfrazarnos detrás de formularios de acreditación para exigir un derecho: acá estamos, queremos lo que es nuestro, no vamos a seguir pagando ni endeudándonos por lo que son derechos humanos. Nos prometieron democracia, igualdad, libertad. No pedimos nada más, pero tampoco nada menos.
En un proceso lento, las organizaciones sociales fueron aprendiendo la nueva realidad. El que hoy la expresen -aún difusamente y sin una estructuración definitiva- es producto de una larga acumulación de experiencias, de la que los abajo firmantes hemos sido parte, trabajando desde esfuerzos políticos de construcción de una izquierda moderna para los tiempos actuales, con la esperanza intacta de una sociedad más libre e igualitaria.
Desde el surgimiento del nuevo movimiento secundario, al cariz actual de las movilizaciones universitarias y sociales en general, el malestar ante la promesa neoliberal incumplida deviene en causa colectiva de cientos de miles. Las masivas marchas ya no expresan el descontento de sectores específicos en resistencia, sino la queja actual del nuevo Chile, transversal a millones. En ese trayecto, tres grandes aprendizajes han sido esenciales para los nuevos movimientos: asumir los dilemas políticos en sus propias manos, ante el desprestigio de la clase política; construir alianzas sociales amplias en pos de objetivos comunes, sobre todo capaces de convocar a sectores no tradicionalmente organizados; y promover una mayor democracia y participación directa de la gente.
Esos contenidos se han expresado de muchas maneras en estos años. En las demandas levantadas, en asambleas, en vocerías, en consultas, en alianzas sociales, en el uso constructivo de nuevas tecnologías de la comunicación, en novedosas formas de movilización. Hoy, lo sustantivo de tal aprendizaje es recibido por distintos actores como un bálsamo ante la decadencia -sin distingo de colores- de la clase política. Decenas de miles de estudiantes, profesores, ciudadanos “de a pie”, incluso autoridades universitarias, comienzan a plantearse elaborar entre sí mismos, a pesar de sus diferencias, un proyecto de ley sobre educación, o bien, dejar en manos de la ciudadanía, mediante un plebiscito, la orientación de una nueva reforma educacional en todos los niveles.
Más allá de sus expresiones concretas, esta nueva hebra de participación –aún con múltiples limitaciones- entraña enormes potencialidades para el presente y el futuro si se piensa en reformas y cambios políticos en nuestra alicaída democracia; inaugura la posibilidad de una iniciativa legislativa popular que articule a distintos sectores, de un ejercicio sistemático de la soberanía en materias clave que supere acuerdos cupulares y tecnocráticos, pero más importante, permite ensanchar los estrechos marcos en que hasta hoy se ha concebido la lucha democrática contra la exclusión.
La nueva hebra de participación no nos pertenece, ni le pertenece a la izquierda, ni a una corriente política determinada. Es de todo el pueblo. Ha surgido como respuesta a la insuficiencia de los actores políticos tradicionales, que aunque tratan de “acumular” el nuevo descontento, no lo logran. Es que la clase política no tiene nada que ofrecer: sin poder ni querer cuestionar el consenso neoliberal, ha devenido en un confuso enjambre de proyectos personales, en efecto, cada vez menos políticos. El escenario exige a amplios sectores sociales tomar la política en sus propias manos, al mismo tiempo que los partidos tradicionales, por su descomposición, la delegan en oscuros tecnócratas, centros de pensamiento y poderes fácticos a los que nadie elije.
En conjunto con reformas profundas al modelo social y económico, entre las que destaca una sólida educación pública que produzca mayor igualdad, más cultura, y más ciencia y tecnología para un desarrollo real, tal horizonte político es parte de los anhelos más avanzados hoy expresados en la calle, en las tomas, en las anónimas conversaciones de apoyo que recibe el movimiento. Una nueva democracia que no se agota en remozar un bipartidismo más o menos limitado. Sobre todo, nuevas fuerzas sociales y también políticas que la construyan. Su desarrollo, su capacidad para expresar afirmativa y constructivamente el malestar actual, será la verdadera ganancia de estos movimientos. La sociedad chilena ya se cansó de mirar cómo una pequeña élite lucra, toma las decisiones y además pretende dar lecciones de moral al resto; allí reside la verdadera exclusión. Es hora de comenzar el difícil camino de hacerse presente en la cancha grande donde se define el destino del país.
A pesar que es lógico y positivo que los actores busquen mejoras parciales en su situación, lo central acá no está en más o menos becas, más o menos recursos, si quiera en una reforma educacional de fondo: se trata de trabajar por un nuevo ciclo de luchas políticas, que vuelva posible lo que hoy el estrecho marco neoliberal presenta como imposible.
Aquella línea nos parece el sentido lógico de proyección de los anhelos que hoy empujan a cientos de miles. Prefigura un desafío que es demasiado grande para ser asumido por un actor único; exige unidad, amplitud y fuerza, al mismo tiempo que demanda tareas e instala complejidades que van más allá de la movilización social, que hasta ahora ha sido posible desarrollar. Una nueva forma de comprender la acción política se esboza en el horizonte. Esperamos que lo obrado hasta aquí, y lo que se pueda aprender de los actuales eventos, ayude a dar un nuevo paso en ese sentido.
Cari Álvarez, Secretaria General Federación de Estudiantes Universidad Austral de Valdivia – Feuach, (2010-2011).
Giorgio Boccardo Bosoni, Presidente Federación de Estudiantes Universidad de Chile – Fech (2006-2007), Senador universitario (2008-2010).
Gabriel Boric, Senador universitario, Universidad de Chile (2009-2011), Pdte. Centro de Estudiantes de Derecho – CED (2009-2010).
Andrés Bustamante, Vicepresidente Federación de Estudiantes Pontificia Universidad Católica de Chile – Feuc (2004-2005), Pdte. Centro de Estudiantes de Sociología (2004).
Lucía Castillo, Secretaria General Federación de Estudiantes Universidad de Concepción – FEC (2006), Pdta. Centro de Alumnos de Pedagogía en Español (2005).
Nataly Espinoza, Pdta. Federación de Estudiantes Universidad Católica de Valparaíso – FepucV (2010-2011), Pdta. Centro de Estudiantes de Ingeniería en Informática (2008-2009).
Francisco Figueroa, Vicepresidente Fech (2009-2010, 2010-2011), Pdte. Centro de Estudiantes de Comunicación – Ceco (2008).
Daniela Moraga, Pdta. Centro de Alumnas Liceo Carmela Carvajal de Prat (2000), Pdta. Centro de Estudiantes de Ciencias Sociales – Cecso, Universidad de Chile (2005-2006).
Líber Muñoz, Vocero Federación de Estudiantes Universidad Católica de Valparaíso – FepucV (2006), Pdte. Centro de Alumnos Instituto de Biología (2005).
Rodrigo Oliva, Vicepresidente y Pdte. Federación de Estudiantes Universidad Arturo Prat – Feunap (2008 y 2009).
Víctor Orellana Calderón, Secretario General Fech (2004-2005), Pdte. Centro de Estudiantes de Ciencias Sociales – Cecso (2003-2004), Pdte. Centro de Alumnos Liceo de Aplicación A-9 (1999-2000).
Leandro Paredes, Representante estudiantil al Consejero Académico Universidad Austral de Valdivia (2008).
Felipe Pino Carrillo, Secretario General Federación de Estudiantes Universidad Tecnológica Metropolitana – Feutem (2005-2006), Pdte. Centro de Estudiantes de Ingeniería en Informática (2004-2005).
Julio Reyes Ávila, Pdte. Federación de Estudiantes Secundarios de Santiago – Feses (2000), Pdte. Centro de Alumnos Liceo de Aplicación A-9 (1999).
Diego Sáez Trumper, Pdte. Federación de Estudiantes Universidad Austral de Chile – Feuach, (1999-2000, 2000-2001, 2001-2002).
Iván Salinas Barrios, Delegado de Bienestar Universidad de Chile (2006), Pdte. Centro de Estudiantes Facultad de Química y Farmacia (2002-2003).
Úrsula Schüler Vidal, Vicepresidenta y Secretaria General Fech (2007-2008, 2008-2009), Vocera Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios – Aces (2001), Pdta. Centro de Estudiantes de Comunicación – Ceco (2006-2007).
Jorge Sharp Fajardo, Vicepresidente y Pdte. Federación de Estudiantes Universidad Católica de Valparaíso – FepucV (2008-2009, 2009-2010).
Danae Sinclaire, Senadora Universitaria, Universidad de Chile (2008-2010), Pdta. Consejo de Estudiantes de la Salud – CES (2006-2007).
Javier Valenzuela, Secretario de Comunicaciones, Federación de Estudiantes Universidad de Valparaíso – Feuv (2007),  Pdte. Centro de Alumnos Liceo Confederación Suiza (2002), Dirigente Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios – Aces (2002).
Patricia Varela, Senadora Universitaria, Universidad de Chile (2006-2008), Pdta. Centro de Estudiantes de Ciencias Sociales – Cecso (2004-2005).
El Ciudadano